Ella estaba tan fría en la iglesia de San Patricio
y alguien buscaba sin encontrar un cementerio...
el miedo les impedía aún a algunos dar el permiso para su entierro
después que luego del tercer infarto
la poeta rusa cayera sobre esa primavera la más triste...
desde entonces la he buscado en dudosas traducciones
en reducidos comentarios de las revistas literarias
y en cementerios sin lápidas
donde se entierra gran parte de la memoria rusa...
estuve en San Petesburgo hace once años Leningrado
entré a las iglesias donde oficiaban con inciensos raros las viejas
y caminé junto al monte congelado...
...quería encontrar un amor perdido
y tener al fin de los tiempos los libros de Ana...
pero solo encontré como profetiza un verso suyo
un polvoroso solar cerca del cementerio...
su “poema 23” parece escrito con sangre
sus tonos ocres como la sangre seca...
el dolor tiene como justificación final la llegada a un cementerio
que se halla tras la puerta de algunas palabras...
...la violencia contenida de las mujeres rusas de ayer es la de hoy !
la muerte está del otro lado del paisaje nevado de unos ojos grises
esperando oculta para arrasar todo consuelo todo amor...
...los poemas de Ajmatova son canciones !
los escuché en ruso una vez me los leyeron muy de cerca una noche
no comprendí el lenguaje tan solo los besos...
había un muro impenetrable otra lengua
un deseo contenido también...
cuando las mujeres rusas van a morir cantan...
y tengo mezclados estos versos entre una voz de hombre que se aleja
y una de mujer con gravedad serena que se queda...