Aún queda algo de tarde,
todo el cielo azul y unas nubes
blancas amarillentas,
el sol va muy lejos,
y que más importante, que eso mismo
con un soplo de muchas tristezas;
ya no tengo miedo,
si es de odiarme el amor
es libre que lo haga,
no será extraño.
Empiezan a volar cenizas
de cañaduzales quemados, y es
la nieve de los pobres,
los niños se divierten,
y ni pensar que era mentira
una mirada dulce, al nacer
estrellas de la noche;
nada es lo que quiere,
nada de mi corazón porque
el corazón es nada,
nada de mis labios.
*
Aún queda una nube vieja,
y grito en mi mente que el amor
tan solo fue una idea,
y le grito al cielo que ya entendí
que me salvé de la condena;
y mi Dios me responde “es lo correcto,
te espera una buena soledad…”
*
Entre Venus y la ciudad
forman un par de ilusiones
listas para dedicar
igual son bonitas,
y de ellas, algo para olvidar;
es poco lo vivido porque
no hubo nada más
solo una sonrisa
que yo creí ver reflejada en su rostro,
nunca fue así.
*
Aún queda una nube vieja,
y grito en mi mente que el amor
tan solo fue una idea,
y le grito al cielo que ya entendí
que me salvé de la condena;
y mi Dios me responde “es lo correcto,
te espera una buena soledad…”
Aún queda una nube vieja
y esperar un beso es atar mi vida entera
al paso del tiempo
que aunque me muera no se detendrá,
y aún queda.
*