Tu mirada
lleva consigo
como cupido
el mismo veneno
que acaba conmigo.
Llega de lejos
ajena y directa
apunta a mi alma
y se la lleva.
Tu voz amable
es una trampa
a mi silencio
de horas bajas.
Y si eso no es todo,
por mis palabras,
llega tu risa
música viva
que rompe mi entorno.
Desde ese día
ocupas mis noches
mis sueños perdidos
y mis fantasías.
Corazón añejo
de sueños viejos
contigo renace
y se vuelve eterno.
Más el silencio
guarda en secreto
la sonrisa nueva
que tengo dentro.
Mujer hermosa
soy de otro tiempo
la nieve cubre
mis pensamientos.
Serás por siempre
mi último sueño
niña de tiempo
mujer y tormento.