Oteros
Las perdices picotean en tus laderas
tu primavera infinita,
la luz te dibuja en un paisaje mágico,
ondulada caricia de sueño y siesta,
los descarnados arbustos de tu ribera
dejan flotar en la tarde muerta
sus cabellos oscuros de ramas secas,
y recorro tu geografía obsoleta,
salteada y decorada
con dioses de plata,
cuando llega de nuevo
la noche y la magia.
Perdida mi ansiedad y tu luz
En una caricia blanda, cierro mis ojos,
Para mirarte para siempre,
Y mezclarme
En tu eterna sonrisa dorada
Tristeza
Tu sonrisa balanceándose en mis sueños,
Tu mirada profunda llenándolo todo,
la dulce humedad de tu cuerpo,
La herida profunda de tu recuerdo,
La tarde muerta,
La caricia de tu aliento en mi cuello,
Tu sitio vacío,
La noche inmensa...
Los caminos dorados
La llanura eterna,
Tu ausencia...
blancas palomas
ilusiones rotas,
frustrados vuelos de esperanza azul,
amanecer sangriento,
suenan los disparos
y la orgía cruel,
llora el rastrojo
lágrimas de rocío y de aurora,
amapolas rojas y cardos blancos,
las aves muertas
descansan,
lírica tumba
de mañana fresca,
sale el sol y acaricia,
se oye en lontananza
rumor de esquilas y manadas,
figuras diminutas y lejanas
abren la mañana,
pastoreo de recuerdos,
ilusiones blancas,
el barco escorado del horizonte malva,
navega hacia dentro
se balancea y zozobra
y avanza la mañana
y se esconden los recuerdos
y enmudece el silencio
y muere el alba...