Y te fuiste sin saber si alguna vez podríamos entendernos...
Yo desee siempre tu presencia,
sin embargo ninguno de los dos
hizo el esfuerzo para el encuentro...
Aquí hoy; me tengo
con la angustia de no habernos
conocido en serio...
Ahora temo que tus genes
me condenen a cual perro callejero...
Fuiste el primer hombre
que de algún modo
no me eligió y
duele el corazón entero.
Tu alma vuela...
Ya no hay tiempo que retroceda...
Duele, duele porque ya nada
me puede explicar
como era la otra parte de donde vengo...
Descansa en paz,
Me quedo pensando si te he perdonado,
Más como no se lo que siente,
Si es de la boca o si es del seno;
aquí y ahora arrojo
una súplica de perdón al cielo.
Hasta siempre papa!