Buscando en vano un oasis,
Muchos encontré por el camino,
Y ninguno fue el que había deseado.
Me negué probar el agua
En alguno de los pozos,
Avancé por el desierto,
Tratando de encontrar el anhelado.
Siempre a la entrada de cualquiera,
Salía a mi encuentro un hombre,
Salía recalcándome las maravillas,
De ese único entre los manantiales.
Pensando que por fin la búsqueda había acabado,
Me encontraba con agua sucia,
Me encontraba con lodo resquebrajado.
Al principio agradecía
Al que la bienvenida daba,
Más después de varias desilusiones,
Tan solo la espalda a ellos daba.
Y seguía mi camino,
Seguía buscando en vano,
Atravesé el desierto
Y no encontré lo que había buscado.
Y sin embargo,
A pesar de todas esas desilusiones,
Sigo buscando desesperado,
Me adentro más en los corazones.
Me devuelvo por otro camino,
Y sigo vagando por el desierto,
Sigo esquivando las religiones,
Las que no calman la sed del sediento.
Jueves, 07 de Junio de 2001