Que te mueras en mis brazos
Están ahí;
caminando hasta reventar,
entre la miseria de lo desconocido,
entre la belleza de lo natural.
Están ahí;
muriendo de frío, y a veces de calor,
de los mil zancudos
que se los comen sin interrupción.
Están ahí;
por convicción o por obligación,
llenos de preguntas por responder
y miedos manifiestos.
Maldita guerra,
heredada de infames
que le quitaron la tranquilad
a generaciones venideras,
envejeciendo vidas entre la selva
y la miseria.
Están ahí;
con sus pies hechos llagas,
con el miedo ajeno puesto
para cumplir su faena.
Están ahí;
invisibles para tantos
que viven felices
y no saben dar gracias
por quienes sonríen.
Están ahí;
mis héroes, los de verdad,
aquellos que tienen nombre y apellido,
que aman y son amados,
pero que la sociedad
ignora demasiado.
Me muero en esta guerra
de amor por verlo,
de este sentimiento
que se alimenta de recuerdos,
que se conforma con los pensamientos,
y se nutre de esperanzas y anhelos.
Me muero en la guerra,
con la certeza que me ama,
que seguirás viviendo,
sólo para morir en mis brazos.
Estoy aquí;
y te espero, te necesito,
ansió decirte en tu cara:
te quiero, te quiero..
te lo juro mi cielo,
mi héroe de ensueños.