Esto no es un poema,
más bien es la redacción
de mis constantes traumas.
Esto no es un poema,
sino mi forma de ver la vida.
Esto no es un poema,
no es más que el desconsuelo
de una que otra relación fallida.
Esto no es un poema,
son las burlas e insultos
que debí sobrellevar en
mi adolescencia.
Esto no es un poema,
sino el valor que vino a mí,
para evitar que aquel depravado,
ruin y estúpido hombre
intentase tocarme a los 10 años.
Esto no es un poema,
es lo que odio de mí,
lo que amo de mí,
lo que espero de mi.
Esto no es un poema,
es el color celeste de sus ojos,
es el calor de sus manos,
la ternura de su sonrisa,
la paz de sus palabras.
Esto no es un poema,
es la sonrisa de mama,
los abrazos de papa.
Esto no es un poema,
es la pena que dejo la muerte de Diego.
Esto no es un poema,
es mi primer amor,
mi primera ida al cine,
mi primer beso,
la primera vez que hice
el amor con alguien.
Esto no es un poema,
es el odio, la rabia que sentí
cuando esos dos tipos nos acorralaron,
pusieron una navaja en mi cuello
y otra en el cuello de ella.
Esto no es un poema,
son esas noches de insomnio.
Es más que un verso,
una frase o pensamiento,
es un cúmulo de sentimientos
guardados con el deseo de salir.