La penumbra tiene inquilinos
que caminan entre las sombras
que viajan entre universos
de vivos, muertos y otras cosas.
Son seres sin rostro
con un hoyo por boca
tragan realidades rotas
que caen de las memorias.
Como puertas usan las sombras
y caminan en secreto
buscando desesperados
sentimientos de dolor y duelo.
Mas cuando en su caminar no hallan
su tortuoso y desesperado alimento
se aferran desde la sombra
a nuestros humanos sentimientos.
Y rasgan con dedos fantasmas
la realidad de nuestros cerebros
alterando nuestra conciencia
con desesperados pensamientos.
Son oscuros seres dementes
que no conocen la alegría
perduran una existencia
entre penumbra y codicia.
Y nosotros que angustia somos
en el desamor y la melancolía
que somos desesperanza
en la injusticia y la desidia.
Sin querer los atraemos
en nuestra sombra habitando
los inquilinos de la tortura
que se tragan nuestra cordura.
A la sombra donde existen
nos llevan de tanta tristeza
los inquilinos de otros mundos
que habitan la pobreza.
Inquilinos de etéreo universo
fantasmas de sombra y miedo
por el rabillo del ojo los veo
acechan en la penumbra y les temo.