La fuente inagotable de tus ojos
mirada escondida tras tu alma
ventana traslúcida que calma
el rincón más lejano de mi enojo.
Enojo por el tiempo que pasa
como brisa fría de invierno
soledad que sabiendo arrasa
la tibieza de un amor completo.
Esquiva y de inicio indiferente
tu hermosa mirada
a trastocado callada
la vida mía totalmente.
Y en un par de segundos
de cruzar palabras
una tímida sonrisa
dibujó tus labios
hechizando mis días.
Están atados mis versos
a las ansias de encontrarte
de cantarte mil poemas
y tratar de enamorarte.
Un hechizo instantáneo
tiene el segundo que tus ojos
me regalan tu mirada
y la sonrisa de tus labios.
Y las grietas de mi alma
se quiebran en esos segundos
tu sonrisa y tu mirada
razones de ser feliz en mi mundo.
Tal vez un pequeño presente
me haga visible en tu presente
y la sorpresa de tus ojos
me regale la sonrisa que añoro.
Y repetiré el truco
cuanto sea necesario
un gramo de felicidad a diario
alimento de un corazón enamorado
