Te miro resistiendo el tiempo con desesperación
Pesan demasiado los años
Te niegas a cargarlos y sobrellevarlos
Enfureces, lamentas todo aquello que no hiciste
Y que ya no harás por más que te esfuerces
Lloras en silencio
Aprovechas las penumbras de la noche para reclamarle a Dios
¿Por qué mis piernas no me sostienen igual?
¿Por qué las manos tiemblan cada vez más?
¿A dónde se fueron mis ganas, mi alegría, mi vigor?
Te has vuelto iracundo, necio, colérico
Te sientes vulnerable
Ponme atención a lo que voy a decirte
Sonríe y vive sin temor porque estoy aquí…contigo
Toma mis manos y surca la tierra
Vuelve a sembrar y alégrate de cosechar
¡Se te fue la juventud!
Escapó junto aquel globo azul
Que el viento se llevó
Arrebatándote la destreza de tus dedos
Para expurgar la vida y desmenuzarla
Acércate a mí, siéntate a mi lado
Deja de sufrir
¡Mira! Aquí están mis manos
Toma cada uno de mis dedos
Sírvete de ellos como te plazca
Verás que son tan ágiles como veloces
Te has cansado de emitir tus opiniones
Comienzas a silenciar tu voz
Piensas que a nadie le importa
Lo que puedas decir o no
Te da miedo expresar tu opinión
Si no te animas a levantar la mano
¡Alza la mía!
Seré tu presencia, estandarte y voz
Cada mañana abres los ojos
Te preguntas cuánto vale la pena
Seguir despertando
Tu fe enflaquece tanto como tu cuerpo
Cuesta trabajo encontrar motivos
Seguir peleando por estar vivo
Más, Dios siempre te ha acompañado
Aún en estos momentos amargos.
Siéntelo en ti, no pierdas la fe
Aquí esta mi mano dispuesta a darte la bendición
Para que sientas el amor del Señor
La puerta se abrió y escaparon los sueños
También se fueron los amigos uno a uno
Algunos de tus hijos pensando que serás eterno
Que no necesitas nada
Y sin embargo te hacen falta tantas cosas:
Que dejen de pasar los años
Que pares de morir cada día más
Quieres sentir que existes otra vez
Con ganas de luchar y no claudicar.
Yo no puedo regresarte los años
Devolverte la salud cabal
Nada soy frente al tiempo
¡Pero aún tengo mis manos!
Son fuertes, robustas, ágiles, jóvenes
Tómalas…Que con gusto te las doy
Elena Ortiz Muñiz