Para engañar
la inmensa finitud
y oquedad de
la existencia humana
/la garra del olvido/
nos arroja a
desbocarnos,
hundirnos, en
cada nuevo amor
en cada nuevo encuentro;
así atesoramos en la
inevitable soledad
instanticos de eternidad.
Namid Amador
(Marzo 24 de 2.009)