No dejes que se apaguen mis palabras
y ayúdame a grabarlas para siempre;
que cada letra encuentre su destino
impreso en blancos papeles de alquimista.
Déjame quitarle a tu tiempo
las horas que robé a mi sueño
para plasmar en palabras
el vuelo de tantas mariposas muertas
y muchos cielos, a veces despejados,
a veces tormentosos y turbios.
Tantos cielos...
y tantos mundos inmensamente bellos
y solos.
Hay personas que no alcanzo
o no sé detenerlas
porque pasan como estrellas fugaces
y se rompe el sueño.
Regreso al mundo...
y de nuevo otra noche y otro sueño
y otro viaje
detrás del rastro de cometa sideral
que dejaron tus pasos...
como huella eterna.