Miserable, penosa y torpete
diriges con pasos lentos
pero nunca llegas
¿Cuándo vas a llegar?
¡Grita! ¡Grita! ¡Grita!
no dejes que te coma
que te absorba, que te hunda
no dejes que termine con tu aliento
Por una vez alza la voz
despréndete de la ansiedad
sólo son palabras, resuenan en tu voz
y después se van
Desembucha por la boca
lo que está enredado en tu alma,
contaminándola de flujo negro
y espeso; libérate
Te odio, dí sólo eso, te odio
haz que desaparezca el dolor
que ha sido intruso de tus noches
te odio, dí sólo eso, te odio
Se fue, ya no está ahí, ya no
obstruyendo tus pasos para
caminar sin matojos que te estorben
al fin has llegado: mi liberación
María del mar San José Maestre Rota, 9 de Agosto de 2003