Reverencia
Los siglos transcurren sordos
Las plumas decaen al sentir desbordante de su infamia
Tranquilidad, se escucha en cada mesa vacía
Silba el hambre, silba para los padres
Nunca ha habido respuestas, no más que miserables esperanzas
¡¿Esperanza?!
Como hablar de ella si no ha hecho presencia
Si donde yace solamente los nobles determinan su existencia
Si solo se comenta que en libros se describe su persona
No es más que una palabra prohibida
Está muerta, como un dios para los muertos
Al finalizar el día
Se oculta el tiempo
El frió acaricia el fuego
Y la oscuridad reclama su territorio
Le ruega encomendarse a los escritores de su destino
Se niega a doblegarse, aunque cueste toda una vida
Prefirió las manos ensangrentadas
A sus rodillas dóciles al suelo
El sudor se drena en sus ropas
El desgastar de su cuerpo, no se compara al de su alma
El arrullo del tiempo choca con sus arrugas
Es la razón escasa en su corazón
El vigor de su hombría es su ímpetu
Infligir la ley impuesta por monarquías
Infligir las normas de mazmorras vestidas de oro
Infligir todo y luego morir por nada
Arrancaron sus raíces
Convirtieron las orillas de la playa en cenizas
Le dieron guía al sol y ahora son días grises
Es la cárcel de los corazones libres
Toda la oratoria de unas palabras ilusorias
Las lenguas filosas quizás tengan razón
Frío y llano, como una caminata en un desierto nocturno
Si se repitiera de viejo a niño
Si se repitiera de padre a hijo
Si se educara con tal razón
Entonces todo en ello puede no ser cierto
Y si es así la esperanza, la esperanza puede no estar perdida
Se oculta a plena vista de un concepto
Inmersa en lo inexistente
Está suspendida en una falsedad
Porque si la razón está mal
Que más podría ofrecer la mentira
¡Reverencias!
El cobarde aparta y crea un nudo en la garganta
¡Cobarde!
Grita un súbdito de infames
¡Se sumiso!
Sollozante dice la mujer de rodillas en oratoria
¡Jamás!
Grita el hombre, gritan sus carnes abatidas
¡Condena!
Alza la voz la codicia, deidad de quien aparta su orgullo
(Aplausos)
Puede ser verdad tal crueldad
Quien decide y permite aberrantes sucesos
Disimula o solo es ignorante, insensato arrogante
Si fuera real, debiera poder discernir el bien y el mal
Pero una alabanza no merece, reverencia a un espejo
Se puede ir una vida
Se puede llamar a la muerte
Las palabras pueden hacerlo todo
Hasta la misma magia
Vaivén de misericordia
Enaltecido con auroras y sacrificios a cambio de suerte
Tendencia de débiles de creer en otros para superarse
¿Esto se toma por devoción?
¿Piedad por decir la verdad?
¿Es para aquel tiempo mentir de juicio?
Se toma por pecado el embalsamar la conciencia
Llegado a ser cierto, Confesar es un acto de suicidio
Grita la muchedumbre, ansiosos limpian la ansiedad
Hacer una reverencia
Un rey nunca se arrodilla, un dios castiga
Todos desearían tener tal honor
El honor mismo de decir ¡basta!
El poder mismo de disparar la verdad
El sentido mágico de abrir las alas
La conciencia de mentir por razón
Vivir con el alma aunque el cuerpo hecho pedazos
Que ironía, una reverencia.
Poemas de Magia - Mentiras, Reverencia (acto I) Willmer Camilo Castillo Páez.
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