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Eva.

 
Él me ha colocado en su jardín,
Me ha dado todo para no desearlo todo,
Pero hay algo que me intriga, algo sobrado
Para mí, algo tan bueno y malo al fin
 
Ya han pasado algunos días y he cumplido sus tareas,
No quiero nada, sólo quiero alguien con quien hablar,
Alguien para no ser uno, porque todos aquí tienen al otro
 
-¡Yahvé, Yahvé!, sé que me estás escuchando;
tengo frío, mi cuerpo se encuentra tibio,
he cumplido mi parte del trato,
no sé si pedirte algo, algo...
 
-¿pero qué es lo que te hace falta?,
no acaso eres feliz aquí, cuidando de mi jardín,
¿qué puedes desear que te tiene tan perturbado?,
ese algo que te hace esclavo
 
-es que todos aquí se encuentran en sí,
a todos los he contado por dobles,
y he mirado mi reflejo en el lago y algo encuentro extraño
 
-¡Calma esclavo, calma humano!,
duerme, duerme
 
Y en ese sueño profundo arrancó del costado una costilla;
Para que viniera de él y fuera de él,
Ponerle raíces y esclarecerlo, ya sabría él
Como enrarecerlo
 
De ese modo le dio cargas al protón,
Formando un núcleo de imperfección;
Porque ahí, entre la hierba se encontraba la reacción,
Aquella que daría la fusión y daría equilibrio hasta el fin desde el fin
 
Ya en la mañana algo irrumpió su calma,
Le vio y se sintió extraño, profano, deseado,
Pero las cosas a partir de ese momento perdieron la razón;
Aquel Dios le advirtió bien y se transformo esclavo al capricho
Concebido
 
Así cada vez se hizo más distante de Dios,
Sólo se preocupo por su simple capricho;
De repente las heridas aparecieron y se hicieron llagas
Entre toda esa confusión de lo que creía ser amor
 
Se olvidó de su creador, se olvidó de su creador,
El antes del después y a la que llamo mujer le enseño
A querer
 
Mientras Yahvé le dejaba libre; Pero ya sentía miedo de ser descubierto
 
Y aquél que insertaría el yerro preparó el camino;
Lo trazó y ejecutó,
Colocó su trampa en medio de la trampa,
Y sabía que el humano cedería al injurio de las promesas,
A la carne que a cada minuto se hacía deseable
 
Yahvé le advirtió de nuevo,
Le comentó no comer del árbol, que no debería mirarlo,
Que no estaba listo para ser tan listo y si lo hacía
Su Karma pudriría
 
El humano hizo caso, caso omiso del sin sentido omiso,
Y el diablo espero el momento para tentar a la santa,
Para enseñarle sobre la vid,
Sobre abrir verdaderamente los ojos y estar en éxtasis inaudito,
Aquella cedió a sus pasiones, que se vieron reforzadas
Por su retórica tan sabía,
La hizo presa y para llamarla le dijo Eva;
Eva de la cual me hecho presa,
¿y cómo negarme a comer del fruto?,
¿cómo decir no a lo único que deseo?
 
Cuando las palabras se hacen tan cortas e inexpresivas,
Nos dejamos llevar por nuestros instintos reflejados en los ojos
Y representados por la hinchazón de la carne
 
¿cómo me pides comer de tu mano?,
-Yo siendo profano-,
¿cómo sabes del hambre tan fuerte?
-Yo siendo tan indiferente-
 
Y sigo mirándote, contemplándote en el momento del encuentro primero;
Mientras el demonio nos observa,
Para saber si he perpetuado el delito para el esclavo
 
A sabiendas de todo sigo hechizado por la figura que hace comer de su mano,
Curvatura perfecta a lo que el arte llama estética,
Bultos de excitación encerrados en círculos de sudor;
Sangre que hierve y se refleja en los pezones de Eva
 
-¡Ya no puedo soportarlo!, es mejor no seguir peleando;
¿pero sería del todo bueno?,
¿Acaso no repercutiría si Yahvé lo supiera?,
Después de todo me advirtió no comer del árbol,
¡pero es demasiado tarde!,
¡lo he hecho, lo he hecho! –
 
De ese modo el humano supo del bien y el mal;
Y Dios sabía que el humano ya era un Dios,
Su propio Dios, que se dejaría regir por sus instintos de suspiros
 
Sabía que su figura corría peligro y de inmediato planeó el castigo perfecto;
-Haz destinado a tu genero a vivir buscando,
Lo privaste del paraíso y destinaste al sufrimiento de vivir cada minuto
Sin encontrar un segundo,
Lo condicionaste a luchar por su supervivencia y a trabajar por el maná
Perecedero
 
Comiste de su fruto y te hiciste orgánico,
Mujer; ¿quién te enseño esa forma de seducir?,
¿acaso fue él?; ese demonio incubierto que esperaba quitarme el aliento,
Si me estás oyendo; escucha Satanás, podrás estar contento,
Han perpetuado el delito y haz hecho que mis herederos
Vivan buscando
 
¿de qué sirvió?; ella se marchitará tal manzana en la naturaleza,
Curvatura perfecta que encierra un cero a la izquierda,
Te pudrirás igual que ella;
Ya no se verán igual, sus instintos se han corrompido
Y las palabras serán utilizadas para esclavizar al alma,
Le harán frenesí de demandas, ya que los he expulsado de tierra santa.-

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