Si a buena fuente has llevado tus penas,
para lavar tu temor y pecado,
si al mismo mar le quitasen la arena
nada ni nadie olvidaría su pasado.
Si ya, perdida, en un soplo de viento
volaras sola buscando lo amado,
si bogas sin rumbo, buscando algún puerto,
sabrás que en mi cuerpo, tu cuerpo está anclado.
Anclado en mi mente, en mi alma, en mi sangre,
en las tristes horas de pena y vacío,
en los lentos minutos que entretejen la tarde,
entre lo que divide lo tuyo y lo mío.
Si encontraras acaso un rumor de mi olvido,
o escucharas la voz de mi orgullo clamando,
es tan solo el ocaso, con amargos latidos,
envolviendo en penumbras este amor despreciado.
"A toda esta comunidad literaria les deseo una
Feliz Navidad y un prospero Año 2009".