Quiza tu sangre marginal no alcance Para tu lucha a reclamar lo injusto Tenias los papeles en la mano Y la voz de justicia en tu garganta Pero rocas enormes te enfrentaron Y frenaron la noche de tu anhelo La música te llego, pero de lejos la tierra te abrazo y a tu desmayo mientras el mundo te miraba impávido Ajeno a tu dolor ya medio insano. Fue muerta tu garganta que sin grito gemía en un suelo polvoriento la piedra abandono tu mano abierta Y el sudor de tu pecho, trocó en rojo |