Te siento
a cada llamada del alma
a cada latido del sueño
a cada correr del tiempo.
Te quiero
en cada trozo de aire
en cada olor de vida
en cada sonrisa divina.
Te extraño
en la noche del silencio
en la huida del tormento
en la paz del firmamento.
Te amo
por tu tranquila mirada
por la tibieza de tu espalda
por tu silencio de amor, callada.