¿Quién dijo que el ser perfecto,
Perfecto es en todo su estar?
La imperfección es lo perfecto.
Perfecto, te lleva al mal.
Curiosa proposición, y es demente.
Quizás, sublime en toda expresión.
El genio, ese ser latente,
Rayando con la consumación.
El mal está en tu mesa,
Se ubica en tu silla y es letal.
Y es perfecto, el malvado,
Que bien que se ha puesto el mal.
Tan bueno que el mal se ha puesto,
Que lo confundes con el bien,
Ya que el mal es ser perfecto,
Por ende, bien eso ha de ser,
Si te has perdido en las frases,
Y en los juegos de palabras,
Te explico aquello que he dicho,
En referencia al malvado.
Tu bien radica en el mal,
Por culpa de la economía,
Tu ser, por hoy, perdido está,
En la locura de la vida.
La perfección radica hoy
En tener bienes materiales.
En ser un ser sin interior,
Aparentando cualidades.
Tienes que hacer para cumplir
Y obtener un beneficio.
Que no importa al morir,
Como tampoco tu oficio.
Ya no importa cultivar
Lo que tu corazón indica.
Importa oro, plata hallar,
Que al diablo vaya lo divino.
¿Quién eres tú, que tienes todo,
O que todo quieres alcanzar?
Un ser que pocos reconocen,
Que poco viene a aportar.
¿Te preocupa tu vecino?
¿Tu amigo u otro ser?
¿Te preocupa el mendigo,
Quien condenado está a perecer?
¿Te preocupa el dinero,
Así a ti no te haga falta?
¿Te preocupa tu figura,
Que tú seas cosa exacta?
¿Te preocupa el presupuesto,
O lo que no te hace falta?
¿Te preocupa lo sagrado?
¿Sientes que tu fe es alta?
¿A quién tú ves: a Dios o al diablo?
¿Quién es aquel que rige tu vida?
¿Qué haces tú con la desgracia,
Que golpea cualquier otra vida?
¿Y cómo tratas a los otros?
¿Igual que quieres que te traten?
¿O tienes a todos de hinojos,
Ante ti mismo, por imagen?
¿Tienes tu vida toda clara?
¿Lo tienes todo planeado?
¿Sabes que quieres hoy, mañana?
¿Y sabes todo lo que has ganado?
¿Y es tu vida muy perfecta,
Y, cuando ocurren interrupciones,
Culpas a Dios por los momentos,
En que te entran emociones?
Si es así, estás atado
Al mal y eso es un lío,
Porque tu vida es vacío,
Y tu corazón está muy frío.
¿Por qué no haces un espacio,
En tu apretada agenda?
Que Dios te note y tu alma,
Deje ser de piedra.
Lunes, 11 de diciembre de 2006