Identificarse Registrar

Identificarse

Índice del artículo

Algunas ligaban buenos partidos en estos antros y se convertían en las amantes de hombres millonarios o con altos cargos en el gobierno, la banca o la industria. Por su parte ella quería encontrar el amor. Después de su amor del pueblo y de su entrenadora, los fracasos sentimentales se habían sucedido en una serie que pareciera no tener fin. En la ducha, después de terminada su participación, se iba para su casa, siempre, desde su último fracaso. Una noche, decidió sentarse a la barra a beber una copa mientras observaba el enfrentamiento de Lucila la diabólica contra Mirta la despechada (le decía así por sus pechos descomunales), cuando un joven bien vestido y con una timidez galopante se sentó a su lado.

Dada su condición homosexual Sofía no se explicó porque ese muchacho le causaba una impresión tan extraña. Dejó que se acomodara a su lado y cuando le brindó un trago lo aceptó mientras lo observaba de reojo; no se parecía en nada a la interminable lista de machos que habían pretendido conquistarla. Como el chico parecía que había perdido la capacidad de hablar ella se dio todo el tiempo para mirar sus manos suaves, largas, delicadas como de pianista, el atuendo impecable, los zapatos bien lustrados, el cabello oculto bajo el sombrero canotier y esos ojos, ¡Dios mío, esos ojos de ángel!, se dijo para sus adentros.  Fue ella quien inició la charla y llevó todo el hilo de la conversación, como siempre en estos casos, todo giró sobre sitios comunes, gustos musicales, signos zodiacales, libros leídos (ninguno de los dos leía), jajaja, deportes y toda clase de bobadas que se intercambian en la primera conversación entre dos extraños.

La atracción fue recíproca, había química, empatía, simpatía, embeleso, cuantas palabras puede ofrecer el idioma para explicar que dos seres se gustan, se atraen y se enamoran. Algo no estaba funcionando, pensó ella, yo soy lesbiana, luchadora de fango, exhibicionista de mi cuerpo con la disculpa del espectáculo y este hombre tan joven, seguramente menor que yo, llega y me atrae sin concesiones a la duda. ¿Qué me pasa?, bueno, como decía el poeta del pueblo, el único varón que podía considerar amigo y que supo mi secreto: “De vez en cuando toca varón…” Pues sí, me voy a dar esa oportunidad hoy, sin consideraciones de nada. Si me arrepiento, mañana es otro día y haré borrón y cuenta nueva.

Subió al auto del caballero que la llevó a un barrio elegante. Subieron a su apartamento, decorado con una extrema sensibilidad. Él puso un disco de música sentimental y se pusieron a bailar como deslizándose sobre una nube. Cuando los labios se encontraron se rompieron todas las barreras y se desbordó la pasión contenida. En la alcoba Sofía descubrió el secreto del encanto de su amigo que debería convertirse a partir de ese día en el amor de su vida para siempre jamás; el hermoso, atractivo y delicado caballero que la deseaba desde el primer día que la vio luchando en el fango…era una mujer disfrazada.

Por favor comparta este artículo:
Pin It

 

email

¿Quiere compartir sus eventos, noticias, lanzamientos, concursos?

¿Quiere publicitar sus escritos?

¿Tiene sugerencias?

¡Escríbanos!

O envíe su mensaje por Facebook.

Están en línea

Hay 484 invitados y ningún miembro en línea

Concursos

Sin eventos

Eventos

Sin eventos
Volver