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Ir a: Seres fantásticos en la literatura (1)

Continuando con el tema de estos seres que han llenado innumerables páginas en los libros pero también horas y horas de películas y series televisivas, les presento una segunda parte de este artículo en el cual lo único que hice fue recopilar datos. Que no se piense que es invención del autor.

1. El monstruo del lago Ness: El monstruo del lago Ness, familiarmente llamado Nessie, es el nombre de una criatura legendaria que se dice habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce (conocido en Escocia como Loch Ness) cerca de la ciudad de Inverness. Junto con Pie Grande y el Yeti, Nessie es quizá el "misterio" más difundido de la criptozoología. La mayoría de los científicos y otros expertos afirman que las pruebas que apoyan la existencia de Nessie no son convincentes, y consideran dichos informes fraudes o identificaciones erróneas de criaturas reales.

2. El yeti: Abominable hombre de las nieves, legendario hombre salvaje del Himalaya, también conocido como Yeti.

Los testimonios de las personas que los han podido observar proceden de Nepal (donde es conocido como Yeti) y de algunas zonas de China, Siberia y otras regiones de Asia. Existen también testimonios en Norteamérica, donde se le conoce como Bigfoot en Estados Unidos y Sasquatch en Canadá. Todos ellos afirman que estas criaturas son evasivas, de fuerte constitución, semejantes a los monos, peludos y malolientes, y que se comunican por gruñidos, gritos o silbidos.

 Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de verificar si los testimonios modernos sobre el abominable hombre de las nieves son consecuencia de tradiciones legendarias, o si los informes antiguos demuestran que tales criaturas han existido durante generaciones y que es posible que aún vivan en regiones remotas.

3. Enanos y gnomos: estos seres son tal vez los más abundantes seres fantásticos en los tradicionales cuentos de hadas de la literatura europea tan divulgada en los escritos de los hermanos Grimm y los cuentos de Andersen. En la mayoría de países europeos dan por cierta la existencia de estos seres. Quiero acotar que los enanos de la literatura no son esos humanos de pequeña estatura sino seres fantásticos de dimensiones minúsculas. A propósito, creo que Pulgarcito es el más enano de todos.

Los gnomos por lo general están asociados con oficios manuales y cumplen tareas hogareñas. Ejemplo de estos dos seres son los que elaboran los regalos que reparte Santa Claus.

4. Esfinge: en la mitología griega, monstruo con cabeza y pechos de mujer, cuerpo de león y alas de ave. Acuclillada en una roca, abordaba a todos los que iban a entrar a la ciudad de Tebas planteándoles el siguiente enigma: “¿Qué es lo que tiene cuatro pies por la mañana, dos a mediodía y tres por la noche?”. Si los interpelados no resolvían el enigma, ella los mataba. Cuando el héroe Edipo lo resolvió respondiendo: “El hombre, que gatea al poco de nacer, camina sobre dos piernas cuando es adulto y anda con la ayuda de un bastón cuando llega a la vejez”, Esfinge se suicidó. Por haberlos librado de este monstruo terrible, los tebanos convirtieron a Edipo en su rey.

5. Fantasmas: Fantasma, aparición no material o esencia de un organismo, por lo general de un ser humano. El término se emplea a menudo como sinónimo de espíritu. Con mayor frecuencia, sin embargo, se aplica a la aparición de un difunto, cuya aparente solidez oscila entre la mera masa brumosa y la perfecta réplica de la persona, aunque también puede referirse al espíritu visible de una persona aún viva.

Un doppelgänger es un tipo de fantasma que hace su aparición al observar el cuerpo físico del sujeto a cierta distancia.

6. Fuegos fatuos: Fuegos fatuos, o ignus fatuus, luz tenue que a veces puede verse en los pantanos y ciénagas en las noches de calma tras la puesta de sol. Conocidos también como candelillas, luces malas, víbora de fuego (la cobra-de-fogo brasileña). El nombre común en todo Brasil es toitatá y equivale a la ronde des lutins francesa (ronda de los duendes) o “luz loca alemana” o farol de los Andes en Argentina y Uruguay. Una leyenda popular rusa describe los fuegos fatuos como el espíritu de niños que han nacido muertos revoloteando entre el cielo y el infierno, en varios países americanos se habla de las “almas en pena” y el folclore inglés los personifica como diablillos o duendes que atraen a sus víctimas hacia el peligro de los pantanos.

7. Genios: Jinni, en el folclore y la mitología islámicos y del Oriente Próximo, espíritu o demonio más pequeño que un ángel. La forma plural del nombre es jinn; la forma femenina, inniyah. Formados de fuego o aire, los jinn pueden adoptar tanto forma humana como animal. Pueden ser buenos o malos: si son buenos, son también bellos; si son malvados, su apariencia es fea. Se los encuentra en el aire, en las llamas, bajo la tierra y en objetos inanimados, tales como rocas, árboles y ruinas. En algunos aspectos, se asemejan a los seres humanos: tienen las mismas necesidades corporales, reproducen su especie, y mueren, aunque viven mucho tiempo. Los jinn son espíritus traviesos que se divierten castigando a los seres humanos y haciéndoles daño, incluso involuntariamente. Así, se considera que accidentes y enfermedades son obra suya. Gracias a su conocimiento, sin embargo, los seres humanos pueden usar a los jinn para sus propósitos. Populares en el folclore de Egipto, Siria, Irán, Turquía y el norte de África, los jinn son familiares en el mundo occidental como personajes de Las mil y una noches. En español se los designa comúnmente como genios.

8. Gigante, según la tradición popular, hombres y mujeres muy grandes, la mayoría de las veces amenazadores, aunque también los hay bondadosos y dispuestos a ayudar a los humanos y divertirse con ellos.

En la mitología griega, eran hijos de Gaya y Urano y ayudaron a poner en orden el universo. Los gigantes existen en todas las culturas y suelen ser los primeros seres que habitaron el mundo, así se ve desde la mitología azteca hasta la escandinava. Sobre su naturaleza no se determina si son inmortales o mortales, ni si tienen poderes mágicos. Se sabe que eran enormes, ásperos en el trato y de mal carácter y que, al ser derrotados por divinidades que pretendían controlar sus fuerzas, se dispersaron por el mundo. Dado su tamaño, vivían en grandes espacios naturales y causaban grandes desmanes en la naturaleza, pues para calmar su sed podían secar un río, y devorar rebaños para aplacar su hambre. Una de las proezas de los héroes en las novelas de caballerías era derrotar a los gigantes; la dificultad de esta hazaña residía en que para matarlos había que cortarles la cabeza.

9. Ghoul: Un gul (también gol < inglés ghoul < árabe الغول ghūl ['demonio'], plural ghilan) es un demonio necrófago que, según el folklore árabe, habita en lugares inhóspitos y frecuenta los cementerios. Los gules profanan las tumbas y se alimentan de los cadáveres. Existe también una variante femenina, llamada ghouleh, traducida a veces como algola.

El gul puede cambiar de forma, asumiendo la de una hiena u otro animal del desierto. Generalmente, intenta desorientar a los viajeros inexpertos que cruzan el desierto, llevándoles a la muerte.

10. Goblins y orcos: de la saga EL SEÑOR DE LOS ANILLOS.  Los goblins, los seres más astutos del ejército de Orcos y Goblins, son pequeños, de gran nariz, espectacularmente cobardes y bastante más ingeniosos que los orcos; Su fuerza está en el número. Una subraza dentro de la especie goblin son los goblins nocturnos, que habitan bajo tierra, y cultivan hongos alucinógenos, de los cuales obtienen un licor que al beberlo les produce un estado de locura tremenda, lo cual los deja como terribles fanáticos que giran de un lado a otro sujetos a una cadena con una enorme bola de hierro en el otro extremo. Estos fanáticos pueden hacer estragos en los regimientos de ambos bandos.

Los orcos son criaturas de más o menos 2 m de altura, (aunque, como caminan encorvados, parecen más bajos) son fuertes y resistentes aunque no son demasiado inteligentes. Para reproducirse, los orcos exudan esporas, las cuales si caen en el terreno adecuado darán lugar a diferentes tipos de goblinoides. Dependiendo de las condiciones del entorno, de dichas esporas surgirán a los pocos días cierto número de snotlings, y posteriormente goblins. Después orcos "jóvenes" que crecerán según lo agresivos que sean y las peleas en que participen. Es por eso que los Kaudillos Orcos sean notablemente más grandes que los orcos jóvenes.

11. Golem: Golem, en la leyenda judía, estatua de barro a la que se da vida por medio de una fórmula mágica. El golem adopta con frecuencia el aspecto de un robot o autómata. La palabra significa embrión, o algo que no está totalmente desarrollado. En la Biblia (véase Sal. 139,16) y en el Talmud, el término se refiere a una sustancia amorfa. El significado actual se desarrolló durante la edad media, cuando surgieron las leyendas de sabios que podían infundir la vida en las estatuas gracias a un encantamiento. Se recurría a estas criaturas para que cumplieran las órdenes de sus creadores, que generalmente las hacían para proporcionar una protección especial a los judíos. La más conocida de las historias del golem es la del rabino Juda Löw (1525?-1609) de Praga, del cual se decía que había creado un golem para usarlo como su sirviente, pero se vio obligado a destruirlo cuando se volvió incontrolable.

12. Gorgonas: en la mitología griega, las hijas monstruosas de Forcis, dios del mar, y de Ceto, su esposa. Eran criaturas terroríficas, parecidas a dragones, cubiertas de escamas doradas y con serpientes en lugar de cabellos. Tenían alas fuertes, rostros redondos y horribles, dientes como colmillos y siempre llevaban la lengua fuera. Vivían en lo más lejano del océano occidental, temidas por las gentes, ya que volvían de piedra a todo el que las miraba.

Dos de las gorgonas, Esteno y Euríale, eran inmortales, mientras que Medusa era mortal. El héroe Perseo, joven galante pero insensato, se ofreció a matarla y volver con su cabeza, lo que hizo con la ayuda de Hermes y Atenea. De la sangre de Medusa surgió Pegaso, el caballo alado engendrado por Poseidón.

13. Grifo: criatura legendaria, habitualmente representada en literatura y arte provista de cabeza, pico y alas de águila, cuerpo y piernas de león y, ocasionalmente, cola de serpiente. El grifo parece tener su origen en Oriente Próximo, pues se le encuentra en las pinturas y esculturas de los antiguos babilonios, asirios y persas. Los romanos lo usaban simplemente con propósitos decorativos en frisos y en patas de mesa, altares y candelabros. El motivo del grifo apareció en los primeros tiempos del cristianismo en los bestiarios (o alegorías de animales) de san Basilio y san Ambrosio. Réplicas de piedra sirven con frecuencia como gárgolas en la arquitectura gótica de la baja edad media. El grifo es también un emblema en la heráldica y se cree que representa la fuerza y la vigilancia.

14. Hadas: según la tradición popular, ser fantástico e inmortal, normalmente con aspecto humano, que vive en el imaginario país de las maravillas y que, con ayuda de la magia, interviene en los asuntos de los seres mortales; en el reino de las hadas viven también geniecillos, gnomos, elfos, trolls, enanos, brujas, magos, genios, silfos, ondinas y ninfas. La  creencia en las hadas es algo constante en todos los países y procede de antiguas tradiciones.

El origen parece estar en la Italia de la antigua Roma, donde ellas determinaban el destino, igual que las Parcas, y estaban dotadas de poderes proféticos. Las fatae acompañaron a la soldadesca romana en todas sus campañas, de ahí que se asentaran, y su nombre evolucionara, en todos los lugares donde estuvo el Imperio. Así, pues, el término latino fata dio en español hada, en francés, fée, en alemán, fee, en inglés, fairy. Las hadas no pasaron a Grecia porque ya estaban instaladas las dríades y las ninfas, pero sí fueron a toda América en compañía de los colonos y los soldados. Son criaturas similares a las hadas las apsaras y los gandharvas de la mitología hindú y Hator de la mitología egipcia.

15. Hidra (mitología), en la mitología griega, monstruo de nueve cabezas que vivía en un pantano cerca de Lerna, Grecia. Una amenaza para todos los habitantes de Argos, tenía un aliento mortalmente ponzoñoso y cuando le cortaban una de sus cabezas, crecían dos en su lugar; la cabeza del centro era inmortal. Hércules, a quien se envió a matarla como el segundo de sus doce trabajos, logró eliminarla quemando las ocho cabezas mortales y enterrando la novena, inmortal, bajo una enorme roca.

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Bibliografía:

  • Wikipedia
  • Enciclopedia Encarta
  • Mitologías y leyendas
  • Diccionario mitológico

http://mitologiagiegaconhumor.blogspot.com

 

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