Un Tiempo donde...
Siempre, su café, servido en su tiempo estaba frío
Aunque ello significara un millar de murmullos y cenizas
Su café, lo tomó con amor, por un tiempo
No fue ningún engaño, o quizás sí, aun así pasó
Pero lo tomó con gusto, con cuanto regocijo podía caber
En sus ojos opacos que brillaban como si recordase dichoso una historia
Por un tiempo durmió abrazando una paz efímera
Descansaba por un tiempo sin sentirse roto
Por un tiempo camino sin peso en los hombros
Respiraba por un tiempo con el aliento de un vago arcoíris basto
Por un tiempo miro la vida sin recordar un tiempo donde no podía
Expresar sus inverosímiles palabras
No recordó más, en aquel tiempo todo el tormento que
Acribillaba su pecho, que retorcía el nudo en su garganta
Y que le obligaba a portar una máscara que por fin
Parecía perdida en el olvido del pasado.
Aunque todo ello fue solo por un tiempo
Todo ello ya volvió en sí, y es que ningún hombre puede
Escapar de su pasado.
Pueden cambiar sus acciones, no obstante, su pasado no
Recuerdos que queman la carne y envenenan la sangre
Pertenecen siempre al hombre que los vivió en su soledad
No importa quien pueda ver a través de él, hay cosas que no tienen solución
Solo se vive con ellas, y hasta se extraña de aquel arrullo
Toma el café, ahora mismo como solía hacerlo
Frio, con una mirada perdida, un nudo en su garganta y con
Una conciencia tan rota como sus palabras.
Hay veces que exhala el humo buscando respuestas
Aun así, satisfecho de haber amado por primera vez.
W. Benjamin Camilo C. Páez (14-05-2017)
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