yo impresionado no logro aún entender;
que ha llegado el momento de tu viaje
y el inicio de mi soledad.
No atino a decir nada,
las lágrimas inundan y ahogan mi aliento,
mis ojos deciden hablar
y prometen nunca dejarte de amar.
Tomo tus manos
frágiles como el más fino cristal,
sueño con tenerte por siempre
y recuerdo que mañana ya no existirás.
Llega el momento del adiós
y nuestras almas aferradas debemos separar,
tomamos una copa de hermosos recuerdos
que hemos decidido nunca olvidar.
Te beso en la frente
mientras te baño con mis mares de agua y sal,
entiendo que ahora sólo he de vagar
mientras tu dispuesta y sonriente vas a descansar.