En mi triste camino,
desierto y desolado,
la sombra de tu amor
se encuentra a mi lado.
Sólo la sombra ha quedado
de aquel gran amor
profundo y apasionado.
El destino quiso
que así lo fuera,
que sólo tu sombra
por doquier siguiera.
Mis pasos inciertos,
mi andar titubeante,
buscando entre tantos
materializar tu imagen.
Pero sólo tu sombra
me basta y me sobra
para sentir que te tengo
y que no estoy sola.
Marina Trujillo Layún