Cuanto amor
pasión delirio
en cada encuentro;
los días eran trozos de segundos
las noches se gastaban
en dos cuerpos vencidos.
Nos juramos
amor para siempre
y siempre nos amamos
cada otoño durante una
semana robada a la primavera.
Así nos vivimos
conjurando la derrota
de la realidad.
Asi morimos
de tanto en tanto
reescribiendo la historia
mariposas equívocas
en un cielo inexistente.
Namid Amador
(Marzo 21 de 2.009)