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Dedicado con mucho cariño a mis
indígenas Colombianos los WAYUU

Eran las cinco de la mañana cuando Flor Silvestre abre sus hermosos ojos, con emoción recuerda ¡¡¡Hoy es mi cumpleaños!!! de un ligero salto se levanta y en diez minutos llega a la orilla del río dándose un largo baño, con el corazón lleno de sueños regresa a su humilde choza.

A lo lejos ve como su padre descansa y con tristeza observa que su madre hace las labores del campo como es tradición en la Etnia WAYUU.

Mira a sus cuatro pequeños hermanos que con mucho alboroto arman los telares para empezar a tejer los chinchorros los cuales serán vendidos de inmediato, de repente un joven indígena muy hermoso aparece de la nada tomándola de la cintura le da un dulce beso; ella muy enamorada le regala una tierna sonrisa; tomados de la mano se juran amor eterno...

Al llegar a su humilde casa Flor Silvestre se acerca a sus padres ellos la abrazan con mucha dulzura, su madre la mira con tristeza porque sabe que su hermosa hijita esta enamorada del joven Arsecio, su corazón de madre teme que llegue la tarde pues su hermosa cumplirá una cita con el destino según la tradición indígena.

Son las cinco y treinta de la tarde cuando llegan los tíos maternos con un señor de sesenta y cinco años.

Empieza la reunión y cuando la negociación concluye Flor Silvestre es llevada a la sala, de manera ingenua saluda a los presentes.

El extraño señor de edad avanzada la toma de la mano y subiéndola al auto se despide de la familia sin darle tiempo a reaccionar, no pudo tomar ni siquiera su vieja muñeca de trapo.

Por las mejillas de Flor Silvestre corrían lágrimas de amargura pues atrás quedaba su joven novio al que amaba con mucha dulzura.

Flor Silvestre mira a su acompañante con una mirada llena de súplica este le responde con una extraña sonrisa: en ese instante es consiente que la tradición se había cumplido y piensa horrorizada ¡¡¡ He sido vendida!!!

Ahora sus tíos disfrutaban del dinero, esa noche la familia celebraba según las costumbres, tomaban su bebida preferida "CHURRO" y bailaban muy animados su tradicional baile " LA CHICHAMAYA".

Mientras la infeliz Wayuu en el transcurrir de los tiempos antigua doncella no se atrevía a culminar su vida aunque, aunque acariciaba la idea a cada momento sobretodo cuando sentía las caricias de su esposo por contrato.

Con la esperanza de volver a ver a Arsecio prefiere sufrir las torturas de aquella negociación y su amado envejecía esperando volver a ver a su ya no joven amada a las orillas del mar...

Ena Patricia Sierra Molina

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