Identificarse Registrar

Identificarse

Tenía todas las intenciones de comenzar a contar la ILIADA pero se me atravesaron varias historias dentro de esa historia. A propósito, la mayoría de personas confunden la Ilíada con la guerra de Troya. La primera es un poema épico que narra la rabia de Aquiles durante 50 días y la guerra duró diez años. Acudo a esto porque Briseida y Patroclo (próximo capítulo) hacen parte de la Ilíada y de la ira del héroe griego.

El asunto es como sigue: Briseida era viuda del rey Mines y prima de Criseida. Fue raptada por Aquiles durante la guerra de Troya y este la llevó al campamento convertida en su amante. Por su parte Agamenón, el jefe del ejército, que hizo lo mismo con Criseida, tuvo que renunciar a ella porque un oráculo le dijo que si no lo hacía perderían la guerra. Entonces el bendito le echó ojo a la moza de Aquiles, o sea Briseida, y se la quitó, porque donde manda capitán no manda marinero y ese fue el comienzo de la rabia de Aquiles pero, a cualquiera le da piedra que le quiten la entretención nocturna, ¿sí o no?

 

Entonces el héroe, como niño malcriado a quien no le conceden un capricho, hizo un berrinche histórico y se encerró en su tienda de campaña amenazando a todo el mundo que no peleaba más y que le importaba que perdieran, que coman mierda todos y otras pendejadas de adolescente rebelde sin causa. Tengan en cuenta mis estimados lectores que estoy hablando de Aquiles, el héroe de la Ilíada y no de un mocoso moderno. Días más tarde, Agamenón, el manda más, le devolvió a su nena para que se le quitara el mal genio y Aquiles regresó a darle en la jeta a los troyanos. Esta es la historia de Briseida, pero su alegría no le duró mucho porque… bueno, ya veremos a Patroclo, la competencia masculina en los amores del héroe bisexual; como eran la mayoría de griegos, no sé si hoy en día si cambiaron las costumbres.

Por favor comparta este artículo:
Pin It

Están en línea

Hay 258 invitados y ningún miembro en línea

Temas populares

Concursos

Sin eventos

Eventos

Sin eventos
Volver