Identificarse Registrar

Identificarse

Hace un tiempo publiqué algo, en alguna parte, que concluí así: “el Ser Humano es uno solo” a lo que un poeta español comentó: “decir que el Ser Humano es uno solo, es hilar muy delgado”.  No sé si el poeta captó mi idea; tampoco sé si yo entendí lo que él quiso decir, pero estoy de acuerdo con su comentario y me ratifico en que “el Ser Humano es uno solo” más allá de los miles de millones de personas que lo representamos.

La negra Carmenza y el indio Pacho son una pareja del pueblo; ambos vendedores ambulantes de mango, aguacate, etc.; padres de cinco varones (tres asesinados) y una mujer que, al igual que sus cinco hermanos, ya se pasea por el bajo mundo del vicio y la delincuencia a sus escasos quince años de vida.

Un sábado en la tarde, en el salón de eventos donde tendrá lugar la fiesta de quince años, lujosa y costosa para sorpresa de todos, están la negra Carmenza y su hija afinando los últimos detalles para el agasajo.  De pronto se escucha la corneta que indica que viene el indio Pacho vendiendo aguacates… madre e hija se miran y sonríen luciendo sin timidez su incompleta dentadura.

Al ver la tranquilidad del indio Pacho vendiendo aguacates en el vecindario, nadie podría maliciar siquiera que era el portador de la noticia de un hecho, por lo menos, inoportuno.

Llegando a la puerta del salón de eventos, el indio Pacho suena la corneta de su carreta, al ver que ninguna de las dos mujeres sale, se acerca a la reja del lugar desde donde grita:

     Negra, negra le dieron al tuerto, lo tienen en el hospital…

     Pues andá a ver qué pasa, vos sos el taita y yo estoy ocupada, y todavía nos falta hacernos arreglar el pelo y las uñas… Contesta la mujer sin inmutarse.

     Pues yo también estoy ocupado trabajando, al fin y cabo, vos sos la mama… Dijo el hombre al tiempo que seguía su camino tocando la corneta de su carreta anunciando sus aguacates.

Sí, el tuerto, el menor de la casa, apenas trece años y ya había perdido un ojo por el golpe que le dio una señora cuando la iba a atracar; el hijo menor de esta pareja llegó muerto al hospital, para esta pareja, era el cuarto hijo asesinado.  Cuando la negra Carmenza por fin se presentó al hospital a eso de las seis de la tarde, se enteró que el cuerpo de su hijo había sido enviado a la morgue para los análisis pertinentes y que no sería entregado hasta pasadas las veinticuatro horas.

Así pues, fiesta y alegría tuvieron espacio y tiempo; dicen que la rumba terminó a eso de las ocho de la mañana del domingo siguiente. 

De igual forma, hubo lugar y voluntad para el llanto y el dolor; cuentan que el cadáver lo entregaron a eso de dos de la tarde de ese mismo domingo.

Sentimientos, sensaciones y emociones que hacen único al Ser Humano y que toda persona los manifiesta de acuerdo con la infinidad de variables que conforman el show de la vida.    

Por favor comparta este artículo:
Pin It

Bienvenido a la comunidad de escritores, poetas y artistas del mundo.

 

Aquí podrá darse a conocer, conocer a otros, leer, disfrutar, compartir, aprender, educarse, educar, soñar y vivir el mundo de fantasía que hay en todo artista.

 

¿Quién sabe? ¡A lo mejor también es uno!

Están en línea

Hay 295 invitados y ningún miembro en línea

Concursos

Sin eventos

Eventos

Sin eventos
Volver