Mi gran temor son los años, ese pequeño tiempo que transcurre tan ligero, no sé cómo llegaré a mi vejez, tengo miedo a que mis visiones del pasado empiecen a faltarmen, tengo miedo a que no pueda ser independiente, que ahora sea yo quien dependa de mis hijos.
Mi espalda se inclinara como el viejo árbol que se ladea por sus cientos de años, mis arrugas serán como las tantas olas en el mar, los lunares y las manchas serán como las estrellas reflejadas en mi piel habrán tantas que no las podré contar, mi cabello de color blanco estará como los polos cubiertos de nieve.
Mi temperamento aumentará como los grandes volcánes en su erupción, mi visión será como esa neblina que invade lo terrenal, me opacara tanto que no podré ver. Me deshidrataré como los desiertos, seré ese petróleo que en un inicio dio de tanto que hacer, pero con el tiempo las consecuencias serán mis enfermedades, mis verrugas serán como los asteroides impregnados en mi piel.
Quizás mis manos serán como los sismos, estarán siempre en sus movimientos teluricos, mis débiles dientes que antes relucían caerán como trozos de icebergs en los glaciares.
Tengo miedo de llegar a mi VEJEZ.
