La persona
‘‘La persona’’ es un valor por sí misma para la actividad educativa. La persona, centro dinámico de su propia formación desde esta perspectiva, nos oponemos a toda doctrina que disminuya el valor óntico de la persona; ya para reducirla a uno más entre los seres de la naturaleza – caso de las diversas formas de materialismo naturalista-, ya por considerarla como una mera manifestación de un principio superior - caso del idealismo absoluto-. Relevancia de la persona que queda bien descrita en estas palabras de Knudson: ‘‘la unidad consciente, la identidad y libre actividad de la persona son la llave maestra que resuelve la naturaleza de la realidad y los problemas capitales de la filosofía’’.
Respetemos la dignidad humana, ahora es difícil meditar porque vivimos en un ambiente precipitado, donde no tememos tiempo para llegar a interiorizar los problemas que nos invaden diariamente. La sociedad de consumo, el ruido y tantos elementos exteriores estresan y ponen al hombre del siglo XXI en una situación de constante cansancio emocional. Necesitamos paz interior para llegar al fondo de nosotros mismos.
‘‘La persona es una realidad subsistente –principio de actividad- que se despliega en una doble dirección o movimiento: de interiorización y de exteriorización, ambos constitutivos del dinamismo personal e igualmente necesarios en el proceso educativo de la personalización. La actividad de la persona ni puede cifrarse en un repliegue absoluto sobre sí misma, ni en una apertura total hacia los demás que destruya su intimidad’’.
La educación, como proceso de personalización, permite al hombre realizarse de un modo singularizado en el doble sentido individual y social. Por el lado individual supone un conjunto de mecanismos psicológicos que desarrollen la conciencia de ‘‘sí mismo’’ el yo que representa toda la rica variedad de dimensiones hasta alcanzar la plenitud adulta y la auto realización como sujeto individual.
Educación es sinónimo de posesión de una personalidad más plena, más libre; y liberación es desasimiento de trabas y de entrega a algo que ennoblece y enriquece la personalidad.
‘‘Sólo se educa cuando se libera y sólo se libera cuando se educa (Yela).
La clave última y esencial del concepto de educación es la libertad y la decisión personal, la educación no es otra cosa que un proceso de estímulo y ayuda social, en la vida de cada persona singular, en tanto que propia, para que esta sea capaz de gobernarse o desplegar sus posibilidades de proyectar y decidir autonomía responsablemente, una forma de existencia en el marco de una realidad social en la que el hombre se integra.
La sociedad es una comunidad donde los seres humanos debemos ayudarnos siempre. Como alguien dijo: ‘‘Si todos los hombres nos diéramos la mano todos los días sería navidad’’.
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El sujeto de la educación es la persona. Cuando el hombre descubre la verdad, llega a Dios que es la verdadera felicidad.
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Delia Dousdebés V.
26/02/2019
