Tanto que amo su mirar a contraluz de una tarde
tanto que sueño con tocar su aliento dentro del aire
pero su lejanía se cubre de insípidos inviernos
está lejos, y tan solo sueño con encontrarme
su sombra en el viento.
Intento sonreír viendo caer aguaceros farsantes,
intento decirle a la ciudad que si llega a mirarme
le daré la sonrisa que nos quedamos debiendo
y luego, darle mis latidos para que le hablen
de una cita y un beso.
Y si se encontraran ambos ojos
los suyos y los míos, nunca olvidaré
que por un instante fuimos uno solo
sin tocarnos la piel, sin decirnos
que cada uno sueña atardecer
al volvernos locos.
*
Al alcanzar la idea de su amor
quise dibujarlo en mi desolación
de no verlo nunca más frente a la flor
que intentó morirse igual a su voz.
Su mirar se alejó como la pena
que se permitió vivir en mi corazón
al besarme sin que ella se fuera,
sin que leyera todo su adiós.
*
Si vuelve el amor, yo me inventaría toda su alegría
para que junto a mi alma intente amarrar su vida
y me pague el beso naciente de sus tardes rojas
sus rosas, y soñar que su pelo canta la poesía
al agitarse si llora.
Nunca más veré su mirar persiguiendo mis pupilas,
nunca volveré a ver su gesto ya casi una sonrisa
dibujada en el latido que más se ilusiona
se emociona, viendo morir noches enemigas
que secan sus hojas.
*
Al alcanzar la idea de su amor
quise dibujarlo en mi desolación
de no verlo nunca más frente a la flor
que intentó morirse igual a su voz.
Su mirar se alejó como la pena
que se permitió vivir en mi corazón
al besarme sin que ella se fuera,
sin que leyera todo su adiós.
*
Busco su vida entre melodías de autobuses añejos,
busco su aire para preguntarle si yo soy el recuerdo
que más vuela por su memoria dentro de brisas
paseándose en el perfume de flores amarillas
marchitándose…
Y si se encontraran ambas miradas
la suya y la mía, nunca olvidaré
que por un instante vibramos en las almas
sin tocarnos la piel, sin decirnos
que cada uno sueña atardecer
apostándole a todo.
