(Endecasílabos)
¡Señor! pon las palabras en mi boca
al escribir, guía segura mi mano
y lo que escribo le sirva al hermano
no sea el pincel que solo retoca,
Ilumina, con lucidez mi mente
no sea que el pensamiento divague
y el verdadero sentido lo embrague
por falaz escritura, incoherente,
que en el recuento y medida de versos
no mutile la flor y su belleza,
que mi imprudencia produzca tristeza
al ver morir sus pétalos dispersos,
que en loco afán de conseguir la rima
no me torne de reglas prisionero
no poder expresar lo que yo quiero
e incluya la palabra que lastima,
que en ansia de representar figuras
mi tintero no desgaste en lo ufano
no olvide mis principios de hortelano
y escriba versos limpios sin fisuras
que recree belleza y hermosura
no dejar oscuros mis pensamientos
en la acción de distribuir los acentos
las palabras retuerza con locura.
¡Dios! muéstrame el verdadero camino
en donde yo mi versos alimente
de su sentir, mi acervo se acrescente
mientras encuentro mi estilo y lo afino,
mis versos se eleven a las alturas
pero que fijo mantengan su vuelo
mis pies estén bien pegados al suelo
al decir la verdad sin tachaduras.
Baltazar Peña
8 de abril del 2008