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En la literatura de todos los tiempos aparecen seres extraordinarios que sólo existen en dichos relatos; hasta tienen su género específico, el género fantástico es seguido por millones de personas en todo el mundo y en los últimos años el mayor éxito de ventas lo ostenta la saga de [[Harry Potter]].

Pues miren ustedes que muchos de los seres que adornan las páginas de todos los tiempos tienen su origen lejano en la mitología griega o en literaturas orientales, con algunas reformas. Por ahora quiero presentarles esos seres que pertenecen a la literatura mencionada:

1. Las gorgonas: eran tres las hijas horribles de Forcis, dios del mar, y de Ceto, su esposa. Eran tres hembras, por no decir mujeres, monstruosas, parecidas a dragones, cubiertas de escamas doradas y con serpientes en lugar de cabellos, que tal para peinarlas, ¿ah? Tenían alas fuertes, rostros redondos y horribles, dientes como colmillos y siempre llevaban la lengua fuera como perro cansado. Vivían en lo más lejano del océano occidental, afortunadamente. Dice la leyenda que convertían en piedra a todo el que las miraba. Otra versión le adjudica esta característica solo a Medusa…

Dos de estas solteronas, (lo digo porque no había modo que consiguieran marrano), digo marido, Esteno y Euríale, eran inmortales, mientras que Medusa era mortal. El héroe Perseo, joven galante pero insensato, se ofreció a matarla y volver con su cabeza, lo que hizo con la ayuda de Hermes y Atenea. De la sangre de Medusa surgió Pegaso, el caballo alado engendrado por Poseidón, esa es otra historia.

2. Las parcas: otras tres del cuartel de las feas, las tres diosas que determinaban la vida humana y el destino. Las Parcas asignaban a cada persona al nacer una parte del bien y del mal, aunque la gente podía acrecentar el mal por su propio desatino y, por supuesto el mal. En las obras de arte se las representaba siempre como tejedoras. Cloto (la Hilandera hila el hilo de la vida), Láquesis (la Distribuidora de Suertes), decidía su duración y asignaba a cada persona su destino y Átropo (la Inexorable), llevaba las temibles tijeras que cortaban el hilo de la vida en el momento apropiado. Dicho de otra manera una tenia el principio de la vida y otra el carretel donde se iba enrollando hasta que Átropo la vieja de las tijeras le daba matarile al pobre cliente. Las decisiones de las Parcas no podían ser alteradas, ni siquiera por los dioses, como la ven, ni nuestro padre Zeus el teso del Olimpo podía entrometerse.

3. Cíclopes: estos eran unos gigantes de varios metros con un solo ojo enorme en medio de la frente. En la Teogonía de Hesíodo, Arges, Brontes y Estéropes eran cíclopes. En la Odisea de Homero, los cíclopes eran pastores que vivían en Sicilia. Allí sale Polifemo, el más conocido de estos gigantes, que es derrotado por Ulises. Además estos gigantes eran caníbales.

4. Sátiros: Sátiros, en la mitología griega, llamados faunos en la latina, eran divinidades de los bosques y montañas, con cuernos y colas y a veces con piernas de macho cabrío. Los sátiros eran los compañeros de Dionisos, dios del vino, y pasaban su tiempo persiguiendo a las ninfas, y no solo persiguiéndolas sino todo lo demás, ustedes pueden imaginar qué es todo lo demás, bebiendo vino, danzando y tocando la siringa, la flauta o la gaita, instrumentos que fabricaban con cañas o con arcilla, eso me dijeron y yo no lo pongo en duda.

5. Ninfas: en la mitología griega y romana, divinidades menores o espíritus de la naturaleza, que viven en arboledas y fuentes, bosques, praderas, ríos y en el mar, y se las representa como jóvenes y hermosas doncellas que gustan de la música y de la danza. Para mi que eran coquetas y con aberraciones sexuales. Miren ustedes las características de los sátiros y saquen deducciones. Con estos tipos tan feos era que estas hermosas muchachas hacían programa. Claro que el alcohol es un embellecedor y las reuniones siempre se hacían con vino en cantidades industriales. Las ninfas se distinguían según la parte de la naturaleza que personificaban; ninfas eran las oceánides, o hijas de Océano; las nereidas, o hijas del dios del mar Nereo, eran ninfas del mar Mediterráneo; las potameides, ninfas de los ríos; las náyades, ninfas de las fuentes y de las corrientes de agua fresca; las oréades, ninfas de las montañas y las grutas; y las dríades, ninfas de los bosques.

6. Nereidas: en la mitología griega, ninfas del mar Mediterráneo. Eran las cincuenta hermosas hijas de Nereo, el viejo hombre del mar, y de su mujer, Doris. Vivían en el fondo del mar, pero solían subir a la superficie para ayudar a los marinos y otros viajeros. Se creía que montaban en delfines y otros animales del mar. Las nereidas más famosas eran Tetis, madre del héroe griego Aquiles, el del talón que ya les conté la historia, Anfitrite, la mujer de Poseidón, dios del mar, y Galatea, de quien se enamoró el cíclope Polifemo.

7. Minotauro: escribo entre comillas el relato porque lo tomo literalmente de la fuente: “en la mitología griega, monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre. Era hijo de Pasífae, reina de Creta, y de un toro blanco como la nieve que el dios Poseidón había enviado al marido de Pasífae, el rey Minos. Cuando Minos se negó a sacrificar el animal, Poseidón hizo que Pasífae se enamorara de él. Después de dar a luz al Minotauro, Minos ordenó al arquitecto e inventor Dédalo que construyera un laberinto tan intrincado que fuera imposible salir de él sin ayuda. Allí fue encerrado el Minotauro y lo alimentaban con jóvenes víctimas humanas que Minos exigía como tributo de Atenas. El héroe griego Teseo se mostró dispuesto a acabar con esos sacrificios inútiles y se ofreció a sí mismo como una de las víctimas. Cuando Teseo llegó a Creta, la hija de Minos, Ariadna, se enamoró de él. Ella lo ayudó a salir dándole un ovillo de hilo que él sujetó a la puerta del laberinto y fue soltando a través de su recorrido. Cuando se encontró con el Minotauro dormido, golpeó al monstruo hasta matarlo, salvando también a los demás jóvenes y doncellas condenados al sacrificio haciendo que siguieran el recorrido del hilo hasta la entrada.

8. Pegaso: en la mitología griega, caballo alado, hijo de Poseidón, dios del mar, y de la gorgona Medusa. Miren que esta vieja tan fea si consiguió quien le hiciera el favor, nada menos que un dios, pero ese tipo debía estar en una borrachera de esas con enlagunada y pelea con la policía, porque para comerse a una de estas viejas… Pegaso nació del cuello de Medusa después de ser vencida y muerta por el héroe Perseo.

Pero ahí les dejo la historia completa porque después me da pereza re escribirla con chiste: “Poco después de su nacimiento, el mágico corcel golpeó con una coz el suelo del monte Helicón y en el acto comenzó a fluir un manantial, después consagrado a las Musas y que, según se cree, es la fuente de la inspiración poética. Todos intentaron en vano capturar y amansar al caballo, y conseguirlo se convirtió en la obsesión de Belerofonte, príncipe de Corinto. Siguiendo el consejo de un adivino, Belerofonte pasó una noche en el templo de la diosa Atenea. Mientras dormía, se le apareció la diosa con una brida de oro y le dijo que ésta le permitiría capturar a Pegaso. Cuando despertó, encontró la brida de oro junto a él, y con ella pudo capturar y amansar fácilmente al caballo alado. A partir de ese momento, Pegaso se convirtió en una gran ayuda para el héroe y lo acompañó en sus aventuras contra las amazonas y la Quimera. Belerofonte, sin embargo, fue víctima de su propio orgullo. Cuando logró volar hasta la cima del monte Olimpo para reunirse con los dioses, el prudente caballo lo derribó y dejó que Belerofonte vagara sin rumbo, desconsolado, rechazado por los inmortales. Pegaso encontró refugio en los establos olímpicos y Zeus le encargó que le llevara el trueno y el rayo, los símbolos de su poder.

9. Sirenas: estas mujeres peses aparecen en todas las mitologías marinas y desde la edad media en el Arte son representadas mitad mujer y mitad pez; cabeza y torso de mujer y de la cintura para abajo cuerpo y cola de pez; por eso han salido tantos chistes que cual mitad prefiere, que como harán para comérselas, que si así tienen los senos como será debajo de las escamas, por mi parte no se ni me meto en estos embrollos. En la mitología clásica tenía cuerpo de ave, y así aparece en numerosos vasos griegos. A las sirenas se las describe con frecuencia asomándose a la superficie del agua, o sentadas en una roca, peinándose su largo y rubio cabello con una mano y un espejo en la otra; se las considera seres inalcanzables y hermosos. Dicen algunas versiones que tienen voces hermosas para atraer a los marinos y los que caen en sus encantos son arrastrados al fondo del mar donde estas bellezas los devoran o transformarlos en sus amantes pero eso si lo dudo porque uno ahogado como demonios puede hacer el amor con una vieja de esas que no se sabe por dónde… En la Odisea de Homero, unas sirenas intentan seducir con sus cantos hechiceros a Ulises y su tripulación cuando navegaban de regreso de la guerra de Troya; esa historia si se la cuento cuando siga con la guerra de Troya, es muy buena.

10. Tritones: digamos que es como un sireno, o sea la versión femenina de esta; es una criatura semejante a la sirena que aparece en las mitologías babilónica, semítica y pregriega. La leyenda de las sirenas se inició probablemente en los relatos de los marineros que tomaron como tales a mamíferos marinos, como manatíes, vacas marinas y focas.

Bibliografía

  • Wikipedia
  • Encarta
  • Mitología Griega. Editorial Larousse
  • Mitología clásica. Robert Graves
Ir a: Seres fantásticos en la literatura

Edgar Tarazona Ángel

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