CLAROSCUROS
Miro hacia la esquina. Hoy no vienes.
Un presentimiento.
Un suspiro asoma y se detiene
junto a mi lamento.
Siento que te pierdo y enseguida
pienso y me sonrío:
¿cómo he de perder lo que en la vida
nunca ha sido mío?
¡Cuántas dudas más la ausencia cría!
¡cuántas risas menos!
¡Cuántas horas más tienen los días
cuando no te veo!
Huérfana de calles, mi vereda,
lánguida y urgente,
busca en la avenida de tu espera
su balcón al frente.
¡Cuánto tiempo atrás te habré soñado!
si parece tanto...
tanto desamor apasionado,
tanto desencanto.
Si en la madurez de mi presente
vivo por tu aliento,
pulso de mi brisa adolescente
que hoy se vuelve viento.
Casi ajeno siento el inventarte
de mi ayer testigo;
casi censurable tanto amarte
siendo sólo amigo.
Dulce libertad... Un fruto amargo,
mudo de ironía,
de corazón lleno y, sin embargo,
de manos vacías.
Miro hacia la esquina. Son tus pasos
breves y apurados.
La ilusión recoge sus pedazos...
sigo enamorado.