Trent blaster es un hombre.
Bueno.
Algo parecido a un hombre.
de estatura media,
nariz Aguileña y, alargada,
brazos cortos y,
duros como la roca.
Poco cabello.
finito, finito. Y negro como la noche.
Postura encorvada,
más no desgarbada,
su complexión física es casi infantil como escribano de medio tiempo.
Hosco en su manera habitual.
Se propagan los murmullos entre carretas restauradas.
¡No volverá al mercado!
Se escuchó una voz aislada afilando un cuchillo. Una cabeza de bagre es decapitada con un movimiento limpio y rápido. En general todo en un mercado sucede de manera rápida; hay gritos, estrujones, buena comida, cajas repletas, frutas y verduras por el piso, más gritos y estrujones. En el fondo un puesto de frutas exóticas dejaba escuchar en un pequeño radio sin antena, la canción (stand by me) por: Ben E. king. Los olores se mezclan con los diferentes pasajes y cuartos. Pescado, carne, frutas, plantas medicinales.
¡Ahí está! Es trent.
Pronuncia una chica de alquiler con los labios rojos como la sangre y, un vestido blanco ceñido como las promesas de un gobierno. Se acerca lento, muy lento. desareglado en su apariencia Y más seguro que nunca; su tolerancia estaba al límite, el tabaco en su boca se mueve de manera regular y, exhala por instantes el humo blanquecino que opaca su rostro unos segundos, mientras se dispersa en el aire denso.
¡Cuando dejaré de ser quién soy! Musita bombeando el cigarro. Una lámpara cinco pasos adelante titila. Y la humedad del lugar se vislumbra con el rutilar de la luz. Todo parece atemporal en aquel lugar lugubre por momentos. Y los movimientos hacen referencia a una filmación de 35 milímetros. La oscuridad está llegando. Llega como un manto oscuro que lo cubre todo. Y Trent desaparece para dar paso a ese ser que odia y que otros temen.
