“ La historia latinoamericana es, desde hace cinco siglos, una historia del continuo desencuentro entre la realidad y las palabras”. Así narró el escritor uruguayo Eduardo Galeano la realidad de la historia latinoamericana en su ensayo sobre la necesidad de tener los ojos en la nuca. En otras palabras, dicha metáfora exhorta a desconfiar de las versiones oficiales de la historia ya que nos pueden confundir, tergiversando los sucesos reales .¿Podríamos aplicar la idea de que el lenguaje nos confunde a una palabra común del habla hispana? Ciertamente. El concepto tributo, analizado desde un punto de vista lingüístico es contradictorio dentro de la sociedad civil.
Las acepciones que existen del término tributo tienden a invalidarse unas a otras en el accionar de la sociedad civil. Según Dominique Colas, ésta se define en el mundo actual, es decir, contemporáneo como “la vida social organizada según su propia lógica, principalmente asociativa, que asegura la dinámica económica, cultural y política.”
La definición de tributo, según la Real Academia Española (RAE), tiene significados distintos que se oponen y anulan entre sí. El primero es el impuesto, obligación de carácter económico que se establece con instituciones de distinto tipo. El segundo, la carga que establece el uso o disfrute de un bien. El último, un sentimiento de admiración, respeto o afecto hacia alguien. Una manera de observar la influencia en la sociedad de esta contradicción es a través de los medios de prensa. Mientras que en una noticia nos bombardean con el tema de la necesidad de subir y/o diferenciar los impuestos, en la siguiente están rindiendo tributo a quienes menos beneficiaría esta medida: los accionistas y dueños de la grandes empresas, como por ejemplo Sebastián Piñera.
La concepción ideológica y práctica de rendir tributo ha cambiado de forma considerable durante el curso de la historia, así como han cambiado también las formas de gobierno y sus falencias. Las definiciones dificultan el mejor entendimiento de las entidades y organismos, lo que produce en las personas un estado de confusión importante. En la acción social se manifiesta, como consecuencia, la escasez de bases sustentables dentro de una institución determinada. A modo de ejemplo, podemos observar la falta de consistencia entre las proposiciones y prácticas de los partidos políticos.
El hecho de que se confunda y anule un concepto latente y funcional en nuestros días es desfavorable, porque fácilmente se presentan comportamientos violentos entre comunidades distintas, lo que genera disputas. Un dato de apoyo es la debilidad del nexo que une actualmente a las pequeñas, medianas y grandes comunidades. La capacidad de comunicación y organización entre grupos diferentes es precaria, incluso en muchos casos resulta ser nula.
Si los conceptos que aparecen en diccionarios europeos como la RAE nos confunden en el ámbito social y en la práctica que llevamos a cabo en comunidad, es ingenuo aspirar a cambiarlos. Una posible alternativa es no despegarnos completamente de la abstracción y la capacidad de persuadir al otro, en otras palabras, de la retórica. Sin embargo una solución más adecuada es forjar en la teoría y la praxis de nuestro trabajo y/o estudio un enfoque pragmático. De esta forma estaremos aportando honrada y humildemente a las comunidades que nos rodean, sin exceso de ambición personal.
Efectivamente existe una ambigüedad acerca del significado de la palabra tributo, sin embargo su origen proviene de las contradicciones entre los distintos sectores de la sociedad. Para que una sociedad determinada funcione es importante mantener la unidad de su pueblo; pero no sólo a través del mero discurso, ya que por medio de éste no se puede cambiar la situación de desigualdades sociales.
Un recurso de beneficio práctico que remediaría en parte la situación de inequidad social existente dentro y entre las comunidades, sería preocuparse de cumplir objetivos precisos como: aliviar la pobreza, la hambruna, mejorar en términos cualitativos y cuantitativos la salud y la educación, destinar de manera responsable, justa y honrada los recursos del gobierno. Aunque esto sucediera sería también primordial que las clases adineradas, sobre todo las empresas altamente lucrativas , pagaran un tributo o impuesto considerablemente más alto, a fin de beneficiar a quienes menos tienen.
Bibliografía.
-Glosario extracto de "Sobre la Comunicación" Acento Editorial
12 de junio, 2007 <http://www.wolton.cnrs.fr/glossaire/esp_sociedad_civil.htm>
- Marx, Carlos. Manuscritos Económico-Filosóficos. Santiago de Chile: Centro
Gráfico, 2005.
-Rousseau, Jean Jacques. El contrato social. Trad. Enrique Azcoaga. Madrid:
SARPE, 1983.
-Galeano, Eduardo. Sobre la necesidad de tener los ojos en la nuca.
Revista análisis, número especial (septiembre 1987):3-8.