Has visto, amiga, la lluvia dibuja besos ausentes en tus mejillas, dando esa frescura de los años mozos a tu piel, y en mi, recuerdos...de paisajes idos y de tiempos perdidos, de ilusiones... también perdidas.
Te tengo frente a mí, con tu cara joven, y esa sonrisa imborrable, como si no hubieran pasado los años para ti.
En cambio yo, mírame amiga, solo el brillo de mis ojos se mantiene así, derramando mi lluvia en tu mejillas, y es que han grabado tantos caminos...buscándote.
Pero este paisaje nublado y amarillento, tan amarillento como tu fotografía, llena mi alma de esta sensación, pegajosa y triste, llamada... melancolía.