Cuando ya no exista; todo comenzará con un velorio; el pésame y el llanto.
Luego la sepultura y el último puñado de tierra; sobre las flores que se quejan.
Los rezos y de nuevo el llanto.
Nadie se quedará enfrente de la sepultura.
Todos se marchan!
Y nosotros también!
Es el adios definitivo y el último viaje.
Quedará lo vivido y compartido.
Todo lo que sembrados en los otros.
Se quedan los bienes materiales y la riqueza.