De hecho
Después del azul de la tarde, no tengo nada;
Después de la luna no hay quién me abraza;
Después de las nubes, no hay quién me habla,
es que de hecho todos ellos no me pertenecen.
Después de un sol nuevo, no tengo mañanas;
Después de ese árbol no hay quién me arropa;
Después del paso del viento, no tengo nada,
de hecho todos ellos ya no me quieren.
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Todos ellos hieren a mi corazón
cuando llegan y los veo sólo así
volando sobre mí, y qué hago yo
si conmigo nunca quiso venir;
La tristeza viviendo en la flor
sabe que nada he perdido yo
porque de hecho nada tuve
muy dentro de mí.
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Después de mi sombra, no tengo quién me acompañe;
Después de mi voz no tengo ni siquiera el aire;
Después de mi sangre nadie descubre mi arte,
es que todos ellos ya no son míos.
Después del silencio, no hay quién me extraña;
Después en el silencio, ya no hallo mi casa;
Es que después de que se fuera, ya no tengo palabras,
la lluvia me da sólo su frío.
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Todos ellos hieren a mi corazón
cuando llegan y los veo sólo así
volando sobre mí, y qué hago yo
si conmigo nunca quiso venir;
La tristeza viviendo en la flor
sabe que nada he perdido yo
porque de hecho nada tuve
muy dentro de mí.
Camino la ciudad pero ya no me encuentro,
la lluvia se vuelve brisa y no me congelo,
la vida es intensa pero, de hecho,
sabe que ya nada pierdo yo
porque nada tuve y mi corazón
una vez intentó reír.
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