La sociedad siempre te ha dado el papel de "actor de reparto" ó en el mejor de los casos de "co-protagonista".
Como sea, nunca intentaste saber como se llamaba tu "papel", sino que lo realizaste de la mejor manera que te pareció. A pura duda e intuición, a puro corazón.
Eras de apariencia tosco, pero increiblemente sensible en tu interior. Hiciste todo lo que te pareció justo, aún no sabiendo que era la justicia. Eras solidario, ajeno al "que dirán", mansamente sabio de tus silencios, protector y distante.
Sabias que nos tenias que cuidar y lo hiciste sin interrupciones ni claudicaciones. Me enseñaste el mar, los colores, la música, el campo y los cuentos que a la noche, siempre tenías reservado a nuestros sueños. Tu mano era grande, tu corazón también.
Un día decidiste volar a lo más alto, allí donde nadie te pudiera ver. Pero sin embargo, te hiciste más visible. Quedaron cosas pendientes sabes?
Quedó pendiente abrazarte sin motivo, darte muchos besos sin porqué, agradecerte los esfuerzos y retribuirte las miradas.
Pero ahora, que la vida me va acercando a tu misma puerta, quiero que me esperes con los brazos abiertos, de manos grandes, y me vuelvas a hacer sentir la tibieza de tu voz apurada.
Gracias por escucharme este ratito!! No fuiste mi "actor de reparto", sino el protagonista de mi vida.
Y era de justicia que lo supieras ... papá.