Hoy me desperté pensando en todo por lo que he pasado desde que te fuiste, desde que nuestras almas se desconectaron, desde que nuestros ojos se dejaron de mirar, he pensado en todas las noches en las que me he preguntado que fue de nosotros, me he preguntado por los besos que nos dimos, por las veces que las miradas hablaron mas que mil palabras, por todas esas veces en las que no vernos era como encontrarnos en un calabozo y en la actualidad ese sufrimiento solo fue un cuento y está olvidado. Nuevamente estoy escribiendo sobre ti, sobre lo que un día fuimos, sobre el escalofrio que recorre todo mi cuerpo cada que los recuerdos llegan a mi mente, esos recuerdos que provocaban que mis lagrimas marcaran un camino húmedo en mis mejillas, para llegar finalmente a su destino, una almohada, que puede relatar todas las veces que mi corazón se iba destrozando, que mis sentimientos por ti iban desapareciendo. Antes eramos dos desconocidos con algo en común un corazón queriendo amar y tal vez hoy volvamos a ser nuevamente esos dos desconocidos con ese mismo algo en común, pero ahora queriendo a personas distintas, tu a ella y yo a mi misma. Aprendí a soltarte, conocí lo que era el amor propio, lo que era rescatarme del vacío llamado desamor en el que me encontraba, quise volver a brillar por mi misma, no nadamas por ti, hoy veo un nuevo comienzo que marcara mi historia, porque ahora me toca a mi, decidir irme de un lugar donde solo me hice daño, donde solo... nos hicimos mucho daño.