En este día tan especial por ser igual a todos los demás que voy viviendo, voy realizándome en pensamientos y me interrogo por cada momento que voy imaginando, no encuentro respuestas muchas veces a todas esas cosas que están y que no sé porque razón no puedo alcanzar. En el senil lamento de mis plegarias me aterro a veces por el presente y me asusta indefectiblemente el futuro cercano que me atrapa de colores infundados y de placeres impuestos.
Albergo cada minuto en mi mente como si fuera el último y valoro las palabras mil veces más aún siendo repetidas y monótonas. Gente que camina a mi lado a veces las miro pasar y alejarse de mi vida, y otras tantas me aferro tanto que no puedo abandonarlas, un dolor extraño y una súplica parpadeante me inmolan en locuras sensatas y en días plenos y eternos. Sigo preguntándome el porqué de muchas otras situaciones y aunque no encuentre respuesta alguna aún sigo sonriendo por lo inmaterial que hoy me roba una sonrisa.
Agradezco a pesar de todo lo olvidado obligadamente y río convulsivamente extrañando todos esos momentos que no volverán pero que permanecen presentes e inmaculados en cada instante de mi existencia. En este día tan especial por ser igual a todos los demás que voy viviendo, voy imaginando o tratando de soñar mi bienestar personal, a veces tan errado, a veces tan necesitado. Este día tan especial me sorprende de lágrimas sin sentido, y de ideas contraídas, me obliga sin más a despertar bruscamente para ver lo que me rodea, y analizar mi hoy y hacerlo perpetuo.
La felicidad nunca es completa, pero fácilmente puedo deleitarla en las sencillas ocasiones en que sólo comparto todo mi ser, en el que sólo soy yo sin culpas, en el que sólo fluyo y me entristezco de no permanecer así para siempre. Muchas veces me recuerdo en esos días duros, solitarios y presuntuosos, me veo sentada esperando que todo cambie, cuando en realidad sólo lo que necesitaba era ponerme de pie y reír a pesar del frío y del hambre de cariño.
Muchas otras veces solamente me recuerdo sumergida en memorandos rotos y en ideas vacías, sin principios ni fines ostentables, ni siquiera con necesidades retraídas, me recuerdo y también otras veces me pregunto cuanto más pasará hasta que mi plenitud sea grata y sencillamente feliz, inmaculada, voraz y sagaz, busco a veces también los imposibles y los posibles pasan de lado, pasan deprisa y no los alcanzo. Hoy gratamente me encuentro recordando injusticias y valorando sublimes momentos que me convirtieron en este presente ser que sigue buscando su atajo.
Colgada de este día especial me pregunto cuantos más y anhelo el instante eterno en el que no me preocupe por lo que llegara a suceder. Colgada hoy y colgada después, siempre esperando lo mejor, siempre esperando que pasará y que está por venir, siempre esperando esa magia especial que le dio en algunos momentos a mi vida la luz plena, el brillo único y la sonrisa constante.
- ANGIE.- 14/02/2008