En todo caso ya no importa si siento pavor.
Por un poco de migajas de sensibilidad o un rincón en la terraza; complazco a mi espíritu insaciable y famélico.
Por cuestionar más de 123 veces cuando las ideas sienten escalofrío en un momento o cuando me de cuenta que lloro a las 12:45; idealizo un poco las penas.
Por no tener razón mientras escriba o borre entre lineas las letras que ejercen su peso. Por el afán de un guionista que no inicia aún. Por brindar sin argumentos o cuestionar tantas veces el comienzo una vez más; paro y corro hacia los encuentros en la plaza, tiro la plata que hoy me dieron y me siento donde solo nazca poco más que una taza con café.
Por un créeme si yo no lo creo, que sin motivo llegó. Por un no siento frío si hoy llueve. Y "eso" que en todo caso es música, una que se ha devuelto hasta donde solía respirar. Por un "aquello" que ha gastado hasta su última gota en el silencio. Y la conciencia que por primera vez se da cuenta, se devuelve, no acelera, controla y espera a la vez. Por Dios, un ángel, el amor y por mi. En todo caso ya no importa si siento pavor.
