Hoy despegue el último de tus dibujos que adornaban mi pared. Me dolió, si, más porque eso significa que ya no queda más: solo guardarlos en la gran caja que encontré, esa con la que he llenado de cosas tuyas, que me recuerdan a ti y el cuándo te quise.
Vacíe la mochila naranja y la coloque también dentro de la caja. Las cartas, los recuerdos y el amor que nos tuvimos también los metí, casi no entraban, pero finalmente esta todo ahí, encajonado y polvoriento, esperando que un día de estos junte el valor para llevarlos a la puerta de tu casa y entregarte todo lo que tengo de ti, lo que me queda de ti y de nosotros.