A ti mama, por siempre.
Es el recuerdo mas bello que me dejaste, todas las otras cosas que me diste se unen en esa sonrisa franca que me propinabas al verme llegar, el mate en la mesa, el costurero, la aguja en la mano y una tela o alguna de tus tantos remiendos que nos diste, remendabas el alma, la vida misma nos hería como hiere a todos sus hijos y tu eras el fuerte al que nos dirigíamos cada vez que nos sentíamos heridos, cansados.
Una vez alguien me dijo que no tenías estudios, pero tu sabías conjugar de mil maneras el verbo amar, en la casa siempre estabas por si algunos de tus hijos te habían de necesitar, no conozco labor mas sublime que la tuya, MAMÁ.
En el último segundo de tu vida, mientras esa cruel enfermedad se llevaba a la única mujer, que me amo sin fronteras, supiste regalarme una sonrisa para no verme llorar, por eso quiero que todos sepan, si es que tienen a su MAMÁ, que la cuiden, que le digan cuanto la aman de verdad, y los que la perdieron que no se aflijan ellas como la mía te esperan en el mas allá.
