Escuché o vi por ahí en alguna parte algo que retrata la tan mentada CLASE MEDIA colombiana que nos retrata de cuerpo entero: La clase media gasta lo que no tiene para comprar lo que no necesita y aparentar lo que no es. Salvo contadas excepciones este es el espejo de un amplio sector de nuestra sociedad. Para no ir muy lejos, esto se vio reflejado en los días sin IVA cuando multitudes de todos los estratos, en especial los medios y bajos invadían el comercio para endeudarse comprando a crédito electrodomésticos que no requerían con urgencia sólo porque estaban rebajados.
Conozco familias que están “del cuero de la lengua” como reza el dicho popular, porque se endeudaron por tres televisores y otros electrodomésticos con el cuento de que no tenían IVA, algunos de estos artículos reposan en casas de empeño o fueron revendidos muy por debajo de su precio.
También en las redes está circulando un mensaje donde aparece un señor (aparentemente famoso y no recuerdo el nombre) que dice: “Si usted va a comprar algo piense primero si lo necesita realmente y si no lo necesita, NO LO COMPRE”. El orgullo de aparentar que somos más de lo que en realidad somos hace que demasiadas personas se endeuden, no solo comprando artículos sino adquiriendo préstamos impagables de acuerdo con el estado económico de la persona que adquiere la deuda. Esto se refleja en gran escala en la compra de vivienda cuando se llenan los formularios y se aumenta el real estado económico del individuo o de la pareja con falsas ilusiones de negocios o empleos a futuro.
Siempre me vienen a la mente familiares, amigos, conocidos y vecinos que por aparentar lo que no son han perdido lo que tienen o están embargados por un banco. Todos tenemos derecho a soñar con una vida mejor y con mayores comodidades, pero hay que hacer cuentas antes de comprar a crédito o tomar préstamos que muchas veces no necesitamos. No soy experto en finanzas o marketing y me atengo siempre a mi sentido común.
Me disculpan los que se sientan ofendidos, pero insisto, estamos en un país de apariencias y arribismo. No gastemos más de lo que podamos pagar y no compremos cosas innecesarias sólo por presumir de una bonanza económica muy lejos de nuestros bolsillos.
Edgar Tarazona Angel