Yo voy caminado por la vida
por la huella que dejó al partir,
él se fue temprano de este mundo
me quedé sin sus consejos
sin su adiós y sin su amor,
Ella fue guiando mi destino
con tropiezos y dedicación
suerte que la vida siempre entrega
un poquito de tristezas
y montones de placer.
Hoy mis manos le dicen al sol
que son dignas para trabajar
que yo no conozco el paraíso
pero que tengo dos hijos
que son mi luz y mi cantar.
Acuno en mis brazos los anhelos
y voy a volar junto a mis sueños
a mi lado vienen los recuerdos
los olvidos y las risas
que he conseguido hasta aquí.
Desde el día en que apareciste
mis mañanas se visten de azul
y muy lejos de lo que pensé
ya no duermo entre las sombras
otra vez llegó el amor.
Con el alma transformada en nido
yo soy lo que soy en este mundo
ando por las calles de Rosario
voy despacio a mi horizonte
como la puesta del sol.
Mariano.
Enero 2009.
