Quién dijo que el Diablo era poderoso,
Cometió un pequeño error
Pues somos nosotros
Los que ese favor concedemos
Él no es nada;
Todo, lo es Dios.
De nosotros mismos depende
Dar el poder al diablo o no.
Sin nuestro consentimiento
Él es nada,
Como el Cielo sin sol
Tan sólo cuando débiles estamos,
Y no de cuerpo, sino de razón,
El toma posesión de nuestros cuerpos
Para hacer todo a su antojo
Y esa sería nuestra perdición.
Pero no por ello
Hay que esperar ayuda de Dios,
Él lucha con el demonio en otra parte,
Mientras nosotros lo hacemos con el corazón.
07 de febrero de 1998