y de escapar mayoría de ángel,
de líquido evidente
quieta o rodando.
Puede ser un día o veinte navegable,
un avance en el hueso del árbol,
caída en los tejados
como coito en los puentes,
agua general invasión
que se aprieta en algunos jarrones,
y aplauso de sal loca
en piedras de mar
a siete en vano.
Agua continua crece
pisando los valles,
memorizando casas,
en el deshielo que acucia a la manzana,
en el deshielo que atañe al pájaro y a mi mano,
todo en agua definitiva.